En este artículo abordaremos brevemente la importancia que tiene la sexualidad en la formación integral del individuo. Hablar de sexo hoy en día parece lo más normal del mundo; sin embargo y a pesar de la apertura que se le ha dado en nuestra sociedad, aún persiste una gran ignorancia sobre el tema.
Muchas personas piensan que la educación sexual consiste únicamente en informar al niño sobre el origen de un ser humano, de cómo se desarrolla en el vientre y se lleva a cabo el nacimiento; así como explicar especialmente a las niñas lo que es la menstruación y los cuidados que requiere. Fuera de esto la mayoría de los adultos tienen sentimientos de culpa, conflicto y duda sexual para abordar de forma franca y abierta la sexualidad de los niños y jóvenes; más preocupante aún es la de ellos mismos, ya que dan al sexo una cualidad mágica, irreal y generan con esto, angustia y preocupación en el adolescente llevándolo, a menudo, a buscar información en fuentes poco confiables para satisfacer su curiosidad normal.
Los adultos dan al sexo una cualidad mágica, irreal; generando así angustia y preocupación en el adolescente.
Lo anterior nos lleva a reconocer que la educación sexual es una de las vías más importantes para ayudar sobre todo a los jóvenes a romper el ciclo de ignorancia y de culpa en su vida sexual.
Para lograr esto se pueden considerar los siguientes aspectos:
Finalmente recordaremos las palabras de Ernie Pyle:
“No son las cosas que usted no sabe lo que lo vuelve a usted tonto. Son las cosas que usted sabe que no sabe como usted cree.”